Las células cutáneas son reguladas e interaccionan a través nuestro sistema nervioso mediante neurotransmisores. De modo que la piel se comporta como un reflejo de nuestro estado emocional y físico reaccionando tanto a estímulos externos como internos.
La neurocosmética se encarga de facilitar esta interacción para el beneficio de la piel, y si te preguntabas si existe algo así de forma natural, la respuesta es ¡sí!

Las rosavinas y flavonoides de la Rosa Polar son los dos grandes artífices de la acción neurocosmética del activo HAPPY SKIN de MAKE MY DAY.
 Aplicado sobre la piel, estimula de forma natural la producción de los neurotransmisores B-endorfinas, más conocidas como “la química de la felicidad”. Equilibran la respuesta hormonal y producen sensación de placer, relajación y bienestar, incrementando la resistencia al estrés y reforzando el sistema inmunitario.

La Rosa Polar se ha usado durante siglos en la medicina tradicional de Escandinavia y países nórdicos para entre otras muchas cosas incrementar la longevidad. Posee potentes propiedades antioxidantes y protectoras de radicales libres.

El XERADIN™  obtenido de las hojas de salvia, aporta un hidratación profunda de efecto 24 horas.

Las aguas florales de rosa damascena y azahar tienen propiedades tonificantes, purificantes y antioxidantes.

La manteca de karité, rica en vitamina E, restaura la piel con efectos antiinflamatorios, humectantes y suavizantes.

Los aceites de almendras, sésamo y semilla de uva, añaden a esta crema propiedades emolientes e hidratantes, favoreciendo la tonicidad y elasticidad de la piel.

El aceite ylang ylang, además de ser un regenerador celular, es conocido en aromaterapia por sus efectos de mejora en el estado anímico, otorgando una fragancia floral y exótica que enamora.

¿El resultado de todo? La piel luce más atractiva y saludable, mejorando su apariencia.